Los tumores en el maxilar

Los tumores en la mandíbula son de los menos frecuentes, pero incluso si no son muy agresivos sus consecuencias suelen tener bastante repercusión para la persona debido a su componente estético que puede tener repercusiones psicológicas muy graves para las personas.

Al estar hablando de la cara, hablamos de una parte muy importante del cuerpo, una que no se puede esconder y de la que es totalmente imposible disimular su aspecto. Por eso, para la mayor parte de las personas, tumor en la mandíbula y reconstrucción maxilofacialvan necesariamente unidos.

Una vez que se ha superado el problema del tumor, que es sin duda lo más importante, se estudia siempre la posibilidad de una reconstrucción maxilofacial para recuperar dentro de lo posible el aspecto normal de la persona. Es decir, el que tenía antes de sufrir el problema.

 

¿Son todos los tumores en la mandíbula iguales?

 

No, como sucede con la mayoría de los tumores, los que se encuentran en el maxilofacial pueden ser benignos o malignos. Entre los benignos los más frecuentes son los quistes, los cuales se extraen fácilmente. A no ser que sean demasiado grandes, estos tumores se extraen realizando un corte en la parte interna de la boca, con lo cual ni tan siquiera queda una cicatriz.

Normalmente, el tumor benigno no tiene más consecuencias, pero los malignos deben de ser tratados a tiempo para evitar complicaciones bastante graves, tal como ocurre en cualquier otra parte del cuerpo.

¿Es posible volver a poner dientes sobre un maxilar reconstruido?

Tras la extracción de un tumor en la mandíbula esta puede volver a reconstruirse gracias a la cirugía estética. En este caso, el resultado puede ser mejor o peor en función del tamaño del tumor y de lo que haya sido necesario reconstruir.

Pero gracias a los avances de la medicina estética en la mayoría de los casos se consigue recuperar el aspecto normal en su totalidad o casi. Pero, y una vez que la boca se ve bien, ¿qué ocurre con las piezas dentales que se han perdido?

Aunque cada caso hay que estudiarlo por separado y tiene sus circunstancias propias, lo cierto es que lo habitual es que se puedan implantar piezas dentales en una mandíbula reconstruida. De este modo, el aspecto final será muy natural y en muchos casos no se notará siquiera que se ha pasado por esa operación.