Un proyecto bien gerenciado puede influenciar en la economía de todo un país, de ahí llega la necesidad de bueno profesionales que puedan tomar las mejores decisiones y se especialicen con un diplomado en gerencia de proyectos.
Ese es el caso del Perú, que en la producción minera se encuentra en uno de los niveles más bajo, después de décadas en que los mega proyectos alzaban nuestro PBI y nos hacían uno de los países más sólidos en este rubro y un mercado atractivo parea empresas privadas.
La falta de gestión y el mal manejo de proyectos por parte del estado han permitido este nuevo rumbo desalentador.
Sin embargo aún queda un poco de esperanza en los próximos dos años, ya que gracias a la gestión de cuatro mega proyectos trabajados en los últimos años, en el 2016 y 2017 se ejecutarán:
- Toromocho, de US$ 3.300 millones.
- Constancia, de US$ 1,800 millones
- La ampliación de Cerro Verde, de US$ 4, 600 millones.
- La bambas, de US$ 000 millones.
La ejecución de estos proyectos mineros permitirá el alza de nuestro PBI en 1 a 1,2 puntos porcentuales, pero la mala noticia es que esta buena actividad económica del sector extractivo solo se mantendrá hasta el 2017, donde podríamos volver a caer en el escenario improductivo.
Según especialistas de la economía nacional, la única forma de que en el 2018 podamos seguir siendo uno de los mejores productores de cobre, es que se construya Conga, Tia María y Quellaveco, los cuales fueron estancados por un mal manejo estatal ante los conflictos sociales.
A puertas de las nuevas elecciones presidenciales, es claro que se necesita una buena comunicación con diferentes partidos para que se pueda mantener una continuidad con las decisiones que se tomen ahora y se puedan mantener el próximo año con el nuevo mandato presidencial.
