El funcionamiento de los desguaces

desguacesalcala

Cuando tengo que arreglar mi coche lo primero que se me viene a la mente es acudir a un desguace, en concreto desguacesalcala.com. La verdad que no me la juego y confío en los mejores porque sé que encontraré calidad y la pieza que necesito, pero ¿Qué tienen de bueno los desguaces? Pues bien a día de hoy un desguace puede servir de mucha ayuda a las personas que disponen de pocos recursos económicos, ya que gracias a ellos pueden arreglar su coche sin que suponga un gran esfuerzo para su bolsillo. Pero ¿sabemos realmente cuál es el funcionamiento de los desguaces? Hay mucha gente que no tienen ni idea, tan solo va a comprar lo que necesita y no valora la gran labor que hace este tipo de negocios.

Lo primero de todo es saber que los desguaces ya no se llaman así sino que tienen otro nombre Centros Autorizados de Tratamientos de Vehículos y aunque pensemos que el trabajo que desempeñan es muy fácil, estamos totalmente equivocados. La entrega o recogida al desguace se puede realizar de dos maneras, una es el propio dueño del coche quien lo lleva o el propio desguace manda una grúa suya de forma gratuita en un plazo de veinticuatro o cuarenta y ocho horas. Una vez que el coche ya se encuentra en el desguace son ellos mismos los encargados de dar de baja al automóvil en la Dirección General de Tráfico, por lo que esa molestia nos la ahorramos. Una vez el coche este dado de baja y se hayan seguido los papeleos pertinentes el coche se pasa directamente al Procedimiento de Descontaminación.

Allí los profesionales encargados quitarán los filtros de aceite, de gasolina, el líquido de frenos, el gas del aire acondicionado, las gomas y las ruedas defectuosas, la batería todo lo que pueda ser perjudicial para el medio ambiente, ya que la ley castiga severamente con grandes sanciones. Después de realizar todo el proceso de reciclaje pasan a valorar el coche es el momento de examinar las piezas para ver las que valen o las que no. De modo que las que se pueden utilizar pasan a la zona de exposición o se almacenan con su catalogación y etiquetado. Y así los clientes que deseen alguna pieza pueden ponerse en contacto con ellos para poder encontrarla. Como podemos ver no es un trabajo fácil, no todo el mundo puede realizarlo, por lo que deberíamos valorarlos como merecen.