A pesar de la situación económica actual, todavía hay quien decide tunear su coche para que luzca como ninguno en concentraciones y quedadas y para que la gente se gire a ver la maravilla con cuatro ruedas que se desplaza lentamente por la ciudad. Una buena pintura, unas pegatinas bien ubicadas, los faldones y entradas de aire agresivas, esos alerones último modelo, algunas luces estratégicamente bien situadas, todo ello va a permitir que nuestro turismo pase de ser uno más entre el gris del tráfico a refulgir con luz propia.
Pero hemos de tener en cuenta algunas cuestiones de interés a la hora de llevar a cabo una de estas modificaciones, porque tenemos que cerciorarnos de que estamos dentro de la ley para evitar sorpresas negativas o multas abultadas por no cumplir con los parámetros de calidad y de seguridad. Y lo primero que hay que saber es que con cada modificación que implique un cambio brusco en el aspecto externo o interno de nuestro vehículo hay que pasar la Inspección para obtener la homologación.
Siguiente cuestión: recambios usados. En efecto, todos sabemos que un coche para desguace, uno que haya tenido una avería o un siniestro y no es recuperable, tiene que ser enviado a una de estas empresas para que nos lo tasen y podamos conseguir un poco de dinero, retirando además un turismo muy peligroso para el medio ambiente. Pero también son idóneas para que consigamos un recambio con el que tunear nuestro coche y dejarlo perfectamente irreconocible.
Otra cuestión fundamental es tener seguridad plena de que lo que estás comprando y poniendo al coche es oficial y legal. No sería la primera vez que instalamos unas llantas preciosas, un paragolpes último modelo o unos faros de luz coloreada y nos los devuelven en la ITV. Por eso la recomendación es que acudas a talleres certificados o desguaces legales donde estén acostumbrados a trabajar con este tipo de materiales. Te evitarás un montón de problemas y ganarás en seguridad.
Ten siempre presente cuál es el límite. Puede ser que te encante el tuning y que sea tu pasión, pero márcate una meta si no quieres invertir hasta el último de los euros que ganes en tu coche. Los que forman parte de tu núcleo familiar te lo agradecerán. Y para finalizar un consejo muy útil: en ciudad, lo mejor es llevar la música a un volumen razonable. Es normal que quieras fardar con tu nuevo equipo de alta fidelidad, pero piensa que algunas personas no van a compartir tu pasión por ese grupo de música electrónica que tanto te gusta, así que respeta a los demás. Ya lucirás en todo su esplendor esos altavoces retumbantes en la próxima concentración.
